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martes, 9 de noviembre de 2010
A noche dormía y soñé
A noche dormía y soñé que viajaba a un bosque en el que había un lago rodeando una isla y en el centro de la isla había un castillo. Una construcción vieja, interesante, devastado por el tiempo. Me encontraba en mi caballo eternamente blanco. vestida con un hermoso vestido verde, con el me podía camuflar entre la espesura del bosque. Me senté al borde del lago y comencé a hacer flotar hojitas. Como barcos se movían lentos hacia la otra orilla, donde estaban las ruinas del castillo.Mi curiosidad aumentaba cuando de repente oí el ruido de un corcel a todo galope. Me escondí tras una piedra y vi llegar un joven jinete que parecía no llevarse tan bien con su caballo. Entonces salí a preguntar si necesitaba ayuda. Me dijo que su caballo se había levantado malo y que se negaba a obedecer y que por eso había terminado junto al lago. Mire su caballo atentamente y note que en su rodilla tenia una gran espina. Le dije al joven que acariciara el caballo mientras yo le sacaba la espina al caballito. El caballo relincho, pero la espina fue removida. Inmediatamente el corcel camino al lago, tomo agua y se hecho a dormir de alivio. El joven pregunto mi nombre y conteste Gilsil. El me dijo que se llamaba Alcarinque y que estaba recolectando hongos para una poción nueva que quería inventar, cuando el caballo se volvió loco y termino hablando conmigo. Le conté que no estaba haciendo nada exactamente, pero que miraba con gran intriga aquel viejo castillo en ruinas rodeado por el lago. Alcarinque me contó que era el castillo de un hombre loco que una ves fue poderoso, pero nadie lo quería, no tenia un amor ni tenia amigos, nadie lo visitaba jamas. Un día murió, pero nadie se entero y nadie saco su cuerpo del castillo. Le pregunte como sabia eso. y el me dijo que un par de amigos que tiene le contaron que entraron y vieron el cuerpo muerto. Hice una mueca con los hombros y continuamos caminando a la orilla. La narración de Alcarinque era escalofriante, así que lo invite a explorar el castillo, pero había que cruzar el lago y eso era una preocupación. Por suerte era de mañana y teníamos todo el día para pensar. Alcarinque propuso tirar un tronco hueco, subirnos y cruzar. Por algún motivo no funciono y terminamos undiendonos. Luego propuse caminar por la orilla buscando el lugar mas cercano a la otra costa. Entonces podríamos saltar con una vara de una orilla a la otra. Pero tampoco funciono y terminamos de nuevo flotando. Por suerte hacia un calor agradable y el sol pegaba en el lago. Así que nadamos hacia el castillo. Cuando llegamos a la costa vimos una gran tortuga que dormía y unos patos chiquitos que comían las algas del fondo. temía encontrar un zombie de esos típicos de los lagos, pero todo parecía calmo y agradable. (sin zombie). Al ingresar en el oscuro castillo notamos que la escalera de vieja madera se encontraba en buenas condiciones. Había grandes capas de polvo y el aire estaba viciado de pelucitas blancas, que parecían desprenderse de unos almohadones de plumas de apariencia acogedora. seguimos caminando sigilosamente hacia el segundo habitáculo en el que había una sala llena de estatuas y esculturas de dragones, parecía un templo a los mismos. Era un lugar muy grande, con cortinas polvorientas verdes, azules y violetas, cada sala tenia su color y estilo. Parecía como si nadie hubiera caminado en años. Finalmente fuimos al piso de arriba donde nos asustamos a ser sorprendidos por una bandada de palomas que habitaban en el techo. El susto fue mucho, ya que salieron volando como locas por un ventanal de vitrau que estaba abierto. Al final todos nos reímos. Había una habitación al fondo de un pasillo muy largo con una puerta roja que resaltaba llamativamente, ya que las demás puertas eran marrones. Mirábamos las puerta atentamente . No se que pasaría por la cabeza de Alcarinque pero a mi me daba miedo y mucha intriga. Caminábamos lentamente de la mano hacia la llamativa puerta roja... De repente, de la nada, la puerta se abrió sola y salimos corriendo del terror. Como se volvió a cerrar, nos comenzamos a acercar lentamente otra ves, hasta que se volvió a abrir. Descubrimos que la puerta tenia un mecanismo, que al pisar en cierta parte de la vieja alfombra, la abría de forma mágica e ingeniosamente se cerraba cuando se volvía a pisar. Al entrar vimos un ventanal enorme! y un gran sillón de espaldas a la puerta, parecía como que alguien estaba sentado en el. Llamamos pero nadie contesto, así que nos acercamos y al llegar... Vimos que no había nadie y que en sillón había un cartel que decía " otro que se cree lo del hombre sin amigos, ja ja ja ". Con Alcarinque nos miramos y no pudimos evitar desplomarnos a carcajadas. En la parte de atrás del castillo había un bote con el cual volvimos. Los caballos estaban pastando en la orilla. Nos despedimos del castillo y nos prometimos encontrarnos a jugar en el mismo lugar al día siguiente. Entonces vi a Alcarinque partir con su caballo recuperado. y yo me interne de nuevo en la espesura del bosque. Abrí los ojos y era de mañana.
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