Howser era un mago Nigromante muy poderoso, muy muy poderoso. Este nigromante era particular porque solía ser misterioso y callado, silencioso por demas, lleno de extrañas costumbres.
Sucedió que Howser toca misteriosamente la puerta de la casa de Debrish, un joven mediano que prestaba su casa a los recién llegado, entre ellos Gilsil, ella escapaba de los orcos que atacaron su pueblo.
Howser llamo a la puerta y solo le pidió a Debrish que lo dejara participar de los planes que tenia, luego se fue.
Nadie confiaba en el porque vestía de negro y tenia una voz suave, como espectral - misteriosa por demás.Todos pensaban que venia de las sombras porque parecía moverse como una...
Llevaba a su hombro un cuervo negro y su mirada, casi invisible tras su túnica, era fría como el mármol gris, tenia los ojos marones como bosques de otoño eterno.
Sucedió entonces que a la hora señalada, los aventureros que estaban en casa de Debrish comenzaron a organizarse para salir.
Howser se presento como una sombra salida del mismísimo infierno
y sin una palabra, ni saludar siquiera comenzó a prepararse el también para partir. Debrish era pequeño, como un duende, podía viajar cómodo con Gia y Gildesh, en el dragón rojo de ellos pero no había espacio para Gilsil. Sucedió entonces que las palabras de Howser se escucharon en el viento. Silbando llamo a su Secretario, un ave gigante negra, se subió a ella rápidamente e invito a Gilsil extendiéndole la mano. Gildesh estaba preocupado porque Howser era un desconocido y podía ser peligroso.
Gia le dijo a Gildesh que no se preocupara en vano, que Gilsil era una elfo guerrera como su padre y que podía defenderse, entonces partieron los 5 hacia lo desconocido.
Gilsil le temía un poco a Howser, como todos, pero no le importo hasta se quedo dormida en el viaje, el la tuvo que despertar.
Al llegar era de noche. Juntos todos excepto Howser se pusieron a levantar un campamento, en realidad faltaba para llegar pero habían parado en un páramo desolado. Gilsil se acerco a Howser para ofrecerle un poco de comida, le molestaba que los otros hablaran de el como un ser extraño y no se preocuparan por conocerle. Howser le dijo que no comería esa noche, pero que si queria podia ella quedarse con el acompañándole, ella acepto.
Estaba Howser como una sombra negra mirando el firmamento sentado sobre una roca de espaldas a un campamento a pocos metros.
Howser le murmuro unas palabras al oído a su cuervo, este salio volando con un chirrido muy fuerte y se perdió en la oscuridad de la noche.
Gildesh acuso a Howser de estarle diciendo al enemigo la ubicación del campamento, el le discutía pero Howser parecía no escucharle, seguía mirando las estrellas fijamente, como si hubiera perdido algo y lo buscara entre sus luces.
Gilsil le pregunto, cuando Guildesh se calmo y se fue, - porque mirais tanto tu las estrellas? y el le contesto - Porque me parecen hermosas
Después se hizo silencio, Gilsil volvió a preguntar, Diciendo primero
- Mi padre Murió, en la guerra contra el mal, por eso persigo el destino que me acontece, porque tu estas en este destino a mi lado como un par? Cual es el propósito que nos une?
El no contesto, miro las estrellas y luego al horizonte, y musito al fin - Mis padres. Galenon Carpenter, era mi padre, un mago Poderoso, pero ambicioso
Amante como yo de las artes oscuras de la tierra y mi madre era ..... Ella era demasiado buena para esta tierra, tenia gran poder en adivinación, ayudaba a mi padre siempre
- Pero porque estas lejos de ellos? pregunto Gilsil. - porque elegí ser un hechicero
contesto y continuo diciendo - y no un mago, como ellos, me siento mejor en el silencio y en la oscuridad de los días y no soporto muchas cosas que alrededor de la fama ficticia de mis padres existe, por eso estoy acá, porque muchos creen que ser un hechicero es ser menos, y no es así, persigo mi destino porque lo creo tan importante como para que sea casi todo en mi.
Entonces la voz de Howser se precipito y luego disminuyo, pidió disculpas a Gilsil. La noche se hacia mas oscura y Gilsil una vez mas se quedo dormida.
Howser se saco su capa y la cubrió del frió, la miro unos instantes y luego siguió mirando el cielo.
Gilsil y Howser capitulo Final del primer manuscrito
